Si utiliza vendas para inmovilizar un miembro, necesitará usar también material blando y voluminoso como toallas, ropa o algodón, para relleno. Póngalo entre las piernas, o entre el brazo y el cuerpo, para que el vendaje no desplace huesos rotos ni presione una zona ósea contra otra. Anude las vendas a intervalos a lo largo del miembro, evitando la zona lesionada. Asegure con nudo cruzado por el lado ileso. Si estuviesen dañados ambos laterales del cuerpo, deberá hacer los nudos en el centro o donde sea menos probable que causen daños adicionales.

Comprobar la circulación tras el vendaje: Cuando vende un miembro o use un cabestrillo debe comprobar la circulación inmediatamente después de hacerlo, y cada 10 minutos a partir de entonces. Este chequeo es esencial porque los miembros se hinchan después de una lesión, y un vendaje puede tensarse con gran rapidez e impedir la circulación de la sangre a su alrededor. Cuando esta comprobación se hace en los extremos de los miembros, se habla de comprobar la circulación distal.

Si la circulación está dañada puede haber:

  • Un miembro turgente y congestionado.
  • Piel azulada con venas prominentes.
  • Sensación de que la piel está dolorosamente dilatada.

Después habrá:

  • Piel pálida y cerúlea.
  • Entumecimiento frío.
  • Hormigueo, seguido por un dolor profundo.
  • Incapacidad de mover los dedos afectados.

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Los pasos a seguir para comprobar la circulación tras el vendaje son los siguientes:

  • Presionar brevemente una uña, o la piel hasta que palidezca, y liberar la presión. Si el color no se recupera, o si lo hace lentamente, la venda podría estar demasiado apretada.
  • Afloje un vendaje apretado desenrollando sólo las vueltas necesarias para recuperar temperatura y color. La víctima puede tener sensación de hormigueo. Vuelva a aplicarlo.